La comunidad diocesana de San Carlos de Bariloche honró este fin de semana a la Virgen, en el marco de la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Hubo varias peregrinaciones, fiestas patronales en el Bolsón y en una capilla de Villa Llanquin.
Al celebrarse la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, varias comunidades de la diócesis de San Carlos de Bariloche celebraron este 8 de diciembre a la Virgen.
La parroquia Inmaculada Concepción realizó una procesión con la imagen de la Virgen, que recorrió las calles de Bariloche hasta llegar a la catedral, donde el obispo diocesano,
monseñor Juan José Chaparro, presidió la misa.
En su homilía, el obispo advirtió que, para cambiar el mundo, tenemos que dar nuestro "Sí", como María, que sin entender lo que sucedía, aceptó la voluntad de Dios.
Por otra parte, destacó que la Virgen, "llena de gracia", a quien "el poder del Altísimo cubrió con su sombra", no por eso tuvo una vida fácil, sino que tuvo que superar adversidades: "No tocaba la vida de taquito", afirmó el prelado, sino que "le puso el cuerpo a la voluntad de Dios".
En ese sentido, recordó que todos tenemos especiales bendiciones de Dios en nuestra vida, y llamó a cada uno: "Tenemos que demostrarlo". Finalmente, felicitó a la parroquia, a la que calificó como "histórica" en la diócesis de Bariloche y animó a la comunidad a seguir con su tarea.
Al finalizar la Eucaristía, cerca de 40 personas se consagraron a la Virgen, rezando una oración y acercando una ofrenda floral a sus pies.
También hubo otras peregrinaciones: La comunidad parroquial de San Cayetano caminó hacia la ermita del Pilar, y la colectividad paraguaya honró a Nuestra Señora de Caacupé con una procesión desde la plaza Belgrano hasta la parroquia Virgen Misionera.
En la parroquia Nuestra Señora de Luján, de El Bolsón y en la capilla Inmaculado Corazón de María, de Villa Llanquin, hubo fiestas patronales.
En la zona de El Caín, la comunidad caminó "reconociendo la vida de las mujeres de la zona, acompañados por la imagen de la Virgen de Guadalupe". Durante el recorrido por los 11 kilómetros hacia la gruta de la Virgen, los peregrinos reflexionaron sobre el compromiso que tienen las mujeres en muchos espacios para con los demás, para con su pueblo.
Al llegar a la gruta, los fieles compartieron la misa, con el aporte de los niños de catequesis y sus catequistas, que representaron el pesebre como signo de esperanza de un tiempo nuevo.+