En el santuario de la "Virgencita", Mons. Buenanueva abrió el Año Misionero Diocesano
- 10 de diciembre, 2018
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Villa Concepción del Tío (Córdoba)
El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, presidió la misa por las fiestas patronales en honor de la Inmaculada Concepción en el santuario de la localidad de Villa Concepción del Tío, donde clausuró el Año Mariano Diocesano, con motivo de los 300 años de la imagen de la "Virgencita" y anunció el comienzo de un Año Misionero Diocesano con el lema "Con vos, María, misioneros del Evangelio?".
El santuario de la localidad de Villa Concepción del Tío recibió este sábado 8 de diciembre a cientos de peregrinos, para participar de las fiestas patronales en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y de la clausura del Año Mariano Diocesano, con motivo de los 300 años de la imagen de la "Virgencita".
Las fiestas patronales, presididas por el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, comenzaron a la hora cero del sábado con la coronación de la imagen de la Virgen con la corona de oro obsequiada en 1944 por el pueblo.
A lo largo del día se celebraron varias misas: por los servidores del santuario, los peregrinos, los enfermos, los niños bautizados este año, las familias y niños de primera Comunión. A las 17.30 se llevó a cabo la procesión y se celebró la misa.
"¿No es un misterio tremendamente consolador que, día tras día, de cada rincón de la tierra se levanten miles de manos en oración, por momentos confiada y agradecida, otras veces ansiosa o incluso sacudida por el dolor o la impotencia?", se preguntó el obispo.
En la homilía, monseñor Buenanueva enumeró una serie de situaciones en este sentido, entre ellas manifestó: "Pienso hoy, con especial angustia, en quienes ven peligrar las fuentes de su trabajo y, de esa manera, amenazada la vida de sus familias. Y cómo crece la decepción por la edificación de un orden justo en la sociedad, decepción que trae aparejada una siempre peligrosa desconfianza en la democracia y en el servicio indispensable al bien común que es la política".
"Pienso también en quienes, conscientes del profundo desprecio por la ley, las normas y las pautas civilizadas de convivencia, que parece ser un demonio que, de tanto en tanto, se apodera del alma argentina y nos lleva a límites insoportables de deshumanización, cada día se empeñan en caminar el buen camino del respeto irrestricto por el estado de derecho, la igualdad de todos ante la ley y la satisfacción que trae aparejado el trabajo bien realizado y el cumplimiento de las propias obligaciones", agregó.
El prelado sostuvo que este santuario mariano "atesora muchas de esas plegarias" de los peregrinos, y destacó: "Aquí todos nos descalzamos de nuestra altanería. Aquí nos descubrimos pobres, mendigos y hermanos que caminan juntos, unos al lado de los otros. Aquí nos alcanza la mirada de María, nuestra ?Virgencita?".
Al referirse a la culminación del Año Mariano Diocesano, monseñor Buenanueva exclamó: ¡Gracias, María! Madre purísima de Concepción: nos hemos sentido bendecidos por tu presencia, una vez más".
"Este Año Mariano que estamos clausurando dará paso a un Año Misionero Diocesano, cuyo lema será: ?Con vos, María, misioneros del Evangelio?", anunció.
Misionar no es proselitismo. Tampoco es marketing. Mucho menos clientelismo que rebaja la dignidad de las personas. Misionar es cantar. Solo cantar ? poco importa si con buena voz ? porque se tiene el corazón colmado de alegría. La que nace, espontánea y pura, de sentirse alcanzado por un amor gratuito e incondicional. Por eso, María es la mejor y más perfecta figura misionera que tiene la Iglesia. Ella nos enseña a cantar, a misionar, a caminar, a compartir", concluyó.+
Texto de la homilía