Miles de peregrinos y devotos caminaron en familia este 8 de diciembre por las calles de la capital catamarqueña en una demostración imponente de amor y fe a la Morenita del Valle. El mensaje final estuvo a cargo del obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc. Con esta celebración la diócesis inició el Año de la Espiritualidad de los Discípulos Misioneros, en la antesala del Año y IV Congreso Mariano Nacional, que tendrá como sede la provincia en 2020.
Con un marco multitudinario y una emoción desbordante, el sábado 8 de diciembre, culminaron las fiestas de la Inmaculada Concepción, en su advocación del Valle, y la diócesis inició al Año de la Espiritualidad de los Discípulos Misioneros, en la antesala del Año y IV Congreso Mariano Nacional, que tendrá como sede la provincia en 2020.
La imagen cuatro veces centenaria salió del santuario mariano en el trono, portado por miembros del Ejército Argentino y escoltado por la Guardia de Honor de la División Bomberos de la Policía de Provincia, siendo precedida por seminaristas, sacerdotes, el obispo de Catamarca,
monseñor Luis Urbanc, y el obispo emérito de La Rioja,
monseñor Roberto Rodríguez.
Ubicada en el Paseo de la Fe, por espacio de una hora, recibió el saludo de las delegaciones de peregrinos, e instituciones y organismos del medio. En un despliegue de color, música y alegría, llevaron las imágenes de sus santos patronos, banderas y misachicos como expresión de la religiosidad popular del Noroeste Argentino.
Luego, la Madre del Valle fue trasladada desde el trono a la cureña en brazos de monseñor Urbanc, para dar inicio a la solemne procesión, con la participación de sacerdotes del clero catamarqueño y de otras jurisdicciones eclesiásticas, religiosas y religiosos, seminaristas y el pueblo que quiso estar presente en esta fiesta.
Frente a casa de gobierno se unieron a la marcha las autoridades provinciales y municipales, encabezadas por la gobernadora de Catamarca, doctora Lucía Corpacci; y el Intendente de San Fernando del Valle de Catamarca, licenciada Raúl Jalil; legisladores provinciales y nacionales, entre ellos la diputada nacional Silvana Ginocchio; judiciales y de las fuerzas de seguridad.
Miles de peregrinos y devotos caminaron en familia por las calles de San Fernando del Valle de Catamarca en una demostración imponente de amor y fe a la Morenita del Valle.
Durante el trayecto se desgranaron los misterios del santo rosario pidiendo por los frutos de la acción misionera de los sacerdotes y congregaciones religiosas que evangelizaron en tierras catamarqueñas. Las súplicas y acciones de gracias se confundieron con el canto de alabanza a la Inmaculada del Valle.
En el Paseo de la Fe, frente a la catedral basílica, la Imagen bendita fue recibida con los sones de la banda de música de la Policía de la Provincia, pañuelos al viento, vivas y aplausos.
» Mensaje final del obispo
Lanzamiento del Año de la Espiritualidad
Luego de la alocución final, se concretó la ceremonia de lanzamiento del Año Diocesano de la Espiritualidad de los Discípulos Misioneros, camino al Año y IV Congreso Mariano Nacional, que se realizará en la ciudad, en adhesión al Jubileo por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen del Valle en la Gruta de Choya.
En la oportunidad, el obispo presentó su carta pastoral, que entregó a los decanos de las zonas Oeste, Este, Centro y Capital, y a los representes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
El pastor diocesano señaló que "la finalidad del documento es ayudarnos en la vivencia de la espiritualidad y la preparación para el Jubileo". Espera que "este texto sea recibido benignamente, leído con detenimiento y practicado con perseverancia, para que este último peldaño nos signifique un gran progreso en nuestra condición de discípulos misioneros del Señor e hijos de la Virgen".
Con la oración se puso en manos de la Madre del Valle el Año y Congreso Mariano Nacional, que viviremos en Catamarca.
Como homenaje a la Patria se entonaron las estrofas del Himno Nacional y luego del Himno a Catamarca, dando paso al arriamiento de la Bandera.
Se otorgó una indulgencia plenaria en la forma acostumbrada por la Iglesia.
En el momento de la despedida, con vivas, pañuelos agitados, lágrimas de emoción, miles de peregrinos y devotos saludaron a la Madre Morenita, que regresó a su camarín, donde permanecerá hasta las próximas fiestas.+