"En su segunda venida Jesús vendrá de improviso y no solo se conmoverá el hombre sino todo lo creado: el sol, la luna, las estrellas, la tierra. El Señor vendrá triunfante a presentarle al Padre su Reino; vendrá lleno de poder y de gloria. Esto causa miedo y temblor, porque son cosas que uno no las puede manejar y se transforman en una sorpresa", manifestó el obispo de Avellaneda-Lanús, Mons.Frassia, al reflexionar sobre el tiempo de Adviento.
"En su segunda venida Jesús vendrá imprevistamente y no solo se conmoverá el hombre sino también todo lo creado: el sol, la luna, las estrellas, la tierra. Al final el Señor vendrá triunfante a presentarle al Padre su Reino; vendrá lleno de poder y de gloria. Esto causa miedo, temblor, dolor, porque son cosas que uno no las puede manejar y se transforman en una sorpresa", manifestó el obispo de Avellaneda-Lanús,
monseñor Rubén Oscar Frassia, al reflexionar sobre el tiempo de Adviento.
"Hay otras venidas anteriores a la última: sucede todos los días, por lo que es importante estar preparados para el encuentro, para lo previsible y para lo imprevisible, y como dice la Escritura: ¡Tengan ánimo, levanten la cabeza porque está por llegar la liberación!", señaló el prelado.
Y añadió: "Debemos estar preparados para ser presentados ante la presencia de Dios. Un accidente, una enfermedad, una catástrofe, cualquier cosa que uno no maneje y que puede pasar, ¿cómo estamos?, ¿cómo está el alma?, ¿cómo está la vida?, ¿cómo estamos para ser presentados?
"Tenemos que estar prevenidos y preparados para el encuentro con el Señor. Que este Adviento sea una ocasión de espera, de conversión y de encuentro con Él", concluyó monseñor Frassia.+