Card. Parolin en la Cop24: El cambio climático, una cuestión moral no sólo técnica

  • 4 de diciembre, 2018
  • Katowice (Polonia)
El Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, intervino en la conferencia Cop24, que comenzó el 3 de diciembre en Katowice, Polonia, para elaborar directrices, normas y mecanismos institucionales destinados a facilitar la aplicación del Acuerdo de París sobre el cambio climático. En su discurso el enviado del papa Francisco afirmó que "el cambio climático también es una cuestión moral y no solo técnica".
Según la Santa Sede, el programa de la lucha contra el calentamiento global debe tener «fundamentos éticos» y cumplir tres objetivos: insistir en y respetar la dignidad humana, disminuir y eliminar la pobreza y atenuar el cambio climático responsablemente, recordó el cardenal Parolin. Según indicó el sitio VaticanNews, el cardenal Parolin señaló en su intervención que "se evidencia cómo los compromisos actuales asumidos por los Estados para mitigar y adaptarse a los cambios climáticos no son "suficientes" para alcanzar los objetivos establecidos por el Acuerdo de París. Todavía es posible "limitar" el calentamiento global, pero para ello -dijo el Secretario de Estado del Vaticano citando el documento de la ONU- será necesaria una "voluntad política clara, previsora y fuerte" para promover lo más rápidamente posible el proceso de transición hacia un modelo de desarrollo libre de tecnologías y comportamientos que influencian a la sobreproducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La pregunta que hay que hacerse, dijo el cardenal, es si hay "suficiente voluntad política" para promover este modelo de desarrollo. La Santa Sede, destaca tres pilares sobre los que debe apoyarse el programa de trabajo que se ha de elaborar: un fundamento ético "claro", el compromiso de promover la dignidad de la persona humana, aliviando la pobreza, promoviendo el desarrollo humano integral y atenuando los efectos del cambio climático mediante medidas responsables de mitigación y adaptación; y la atención constante a las necesidades actuales y futuras. El núcleo central del programa de trabajo debería incluir, entre otras cosas, la promoción de modelos de consumo y producción sostenibles; el fortalecimiento de la prevención de la especulación y la corrupción; y la participación plena y efectiva de las poblaciones locales, incluidos los pueblos indígenas, en los procesos de toma de decisiones y ejecución. Además, añadió el cardenal Parolín, una aplicación adecuada del Acuerdo de París será aún más eficaz cuanto más se ofrezcan oportunidades de trabajo más adecuadas, teniendo en cuenta el respeto de los derechos humanos, la protección social y la erradicación de la pobreza, con especial atención a las personas más vulnerables respecto a los cambios climáticos. Esta transición requiere -señaló- "formación, instrucción y solidaridad". Y también una acción rápida, en un contexto de ética, equidad y justicia social. En esta dinámica se recuerda la importante contribución de entes locales, empresas, de la comunidad científica, la sociedad civil y los "actores no estatales", estos últimos a menudo a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático haciéndose expresión de la "voz de la gente", que puede ayudar a los responsables políticos a tomar decisiones "correctas y con visión de futuro", orientando las inversiones financieras y económicas hacia sectores que realmente incidan en el futuro de la humanidad, salvaguardando -como recuerda el Papa Francisco en su Laudato si?- las condiciones de una vida digna en un planeta "sano". +