Camerún: Hombres armados secuestraron a tres misioneros claretianos
- 26 de noviembre, 2018
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Yaundé (Camerún)
Dos sacerdotes, Jude Thaddeus Langeh Basebang y Placide Muntong y un seminarista de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos) fueron secuestrados por hombres armados, el sábado 24 de noviembre, en la región anglófona del suroeste de Camerún, en el camino a Muyenge, adonde se dirigían por una misión de evangelización y de asistencia en la parroquia local.
Dos sacerdotes, Jude Thaddeus Langeh Basebang y Placide Muntong y un seminarista de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos) fueron secuestrados por hombres armados, el sábado 24 de noviembre, en la región anglófona del suroeste de Camerún, en el camino a Muyenge, adonde se dirigían por una misión de evangelización y de asistencia en la parroquia local.
El secuestro se produce a menos de una semana después del asesinato del misionero keniano Kosmas Omboto Ondari, de 33 años, asesinado por disparos en Kembong, una aldea en la región anglófona del suroeste de Camerún.
Después de su muerte, monseñor Andrew Nkea, obispo de Mamfe, diócesis del joven sacerdote, acusó a los soldados del gobierno de ser autores de este crimen. Testificó además que fue a la escena de la tragedia al día siguiente y contó veintidós agujeros de bala en los muros de la iglesia, "realizados cuando el sacerdote, el catequista y muchos cristianos organizaban diversas actividades como parte de la misión", declaró a la prensa. Al mismo tiempo, el obispo anunció el cierre de quince parroquias en su diócesis por razones de seguridad.
El ministro de Defensa de Camerún, Joseph Beti Assomo, reaccionó de inmediato y dijo que las investigaciones muestran que los separatistas mataron al misionero keniano para "provocar al gobierno".
Antes del padre Ondari, el padre Alexandre Sob Nougi fue asesinado el 20 de julio en Buea, en el sudoeste, y Gérard Anjiangwe, un seminarista de la diócesis de Bamenda, en el noroeste, murió el 4 de agosto frente a su iglesia, la parroquia de Bamessing.
Se espera la intervención de la Iglesia para resolver la crisis.
La Iglesia católica en Camerún quedó en el medio de esta crisis en la región anglófona del extremo occidental del país, si bien está siendo centro de los ataques por otro lado se espera que su intervención pueda ayudar a la resolución de la crisis.
Hace unas semanas, un informe del International Crisis Group estimó que "dada la oposición de Yaundé a cualquier mediación internacional, la Iglesia Católica es casi la única capaz de intervenir y promover el diálogo entre el gobierno y las regiones de habla inglesa". La Conferencia Episcopal de Camerún ya había ofrecido su mediación y pidió diálogo pero sin éxito.
Además, desde julio, sacerdotes de habla inglesa encabezados por el cardenal Christian Tumi, arzobispo emérito de Douala, estuvieron tratando de organizar una Conferencia General de habla inglesa cuyo objetivo es encontrar una solución a la crisis. Pero el gobierno no les otorgó, hasta entonces, el permiso necesario.