El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, presidió el viernes 23 de noviembre, en la catedral Nuestra Señora de la Paz, una misa de acción de gracias a 10 años de su llegada a esta jurisdicción eclesiástica del sur del conurbano bonaerense. "Cuánta bondad de Dios que me ha concedido estos diez años de pastoreo junto a su pueblo", expresó.
El obispo de Lomas de Zamora,
monseñor Jorge Rubén Lugones SJ, presidió el viernes 23 de noviembre, en la catedral Nuestra Señora de la Paz, una misa de acción de gracias a 10 años de su llegada a esta jurisdicción eclesiástica del sur del conurbano bonaerense.
La celebración eucarística también fue motivo para celebrar los 35 años de sacerdocio del obispo auxiliar, monseñor Jorge Torres Carbonell, y los 19 años de ordenación episcopal de monseñor Lugones -el aniversario fue el 30 de julio- y sus 30 años de sacerdocio que se cumplen el 3 de diciembre.
En su homilía, monseñor Lugones evocó: "Cómo olvidar esa hermosa tarde de la solemnidad de Cristo Rey: ?¡Qué reine en nuestros corazones!?, les decía. Cuánta bondad de Dios que me ha concedido estos diez años de pastoreo junto a su pueblo".
"Les pedía en aquella ocasión que ?me permitieran salir a los barrios, a las periferias??. Lo que he tratado de hacer con gran bondad de ustedes por recibirme con tanto cariño y cercanía", agradeció.
"Aquí me recibió Nuestra Señora Reina de la Paz, a quien sigo pidiendo la gracia de ser ?artesano del encuentro y constructor de la paz?, pese a mis fragilidades y mis impedimentos a la gracia, pero confiando en que Dios es más grande y nuestra Madre sabe protegernos y hasta mimarnos".
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