Viento en popa y a toda vela ¡A la JMJ en velero!

  • 26 de noviembre, 2018
  • Panamá
Los 17 jóvenes que zarparon el 31 de agosto de la Bretaña francesa en 3 veleros para llegar a Panamá y participar en la JMJ, acaban de abandonar Cabo Verde y comienzan su travesía por el Atlántico. Si todo sigue como planeado, atravesarán el canal de Panamá el 15 de enero.
Los 17 jóvenes que zarparon el 31 de agosto de la Bretaña francesa en 3 veleros para llegar a Panamá y participar en la JMJ, acaban de abandonar Cabo Verde y comienzan su travesía por el gran Océano Atlántico durante tres semanas, un viaje que se prevé inicie el 5 de diciembre. Ya acercándose a América, llegarán primero a Barbados y luego a las Antillas Menores, donde los viajeros festejarán Navidad. El recorrido final comenzará el 27 de diciembre, para el 15 de enero navegar hasta Panamá. Una hermosa imagen de Nuestra Señora Santa María La Antigua, patrona de Panamá, acompaña a los jóvenes durante el viaje, obsequio del arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, cuando se enteró de esta aventura. [img]http://www.aica.org/subidas/4841.jpg[/img] "¡Dar testimonio de su fe en los cuatro rincones del mundo! Salir para conocer a las poblaciones locales, las comunidades religiosas y ponerse al servicio de los movimientos y asociaciones que practican la caridad con los más desfavorecidos y participar en los actos de la JMJ", son los objetivos que se propusieron los jóvenes navegantes. Entre los 17 jóvenes franceses no todos cuentan con experiencia en el arte de la navegación, pero han tenido ocho meses de preparación. Tienen entre 20 y 29 años, son estudiantes universitarios y eran perfectos extraños antes de conocerse gracias a este proyecto. Entre los tres veleros que hacen el cruce, uno de ellos se destaca del resto por su brillante color amarillo, "Kêr Maï" (El hogar de María, en lenguaje bretón). Este hermoso barco amarillo puede acomodar 7 personas a bordo, incluido el patrón y cuenta con modernos equipos técnicos: un aerogenerador Aerogen 6, un propulsor de proa y un regulador Hydrovane). El velero Kêr Maï tiene el gran privilegio y responsabilidad de llevar durante toda su odisea un sagrario -la presencia real de Cristo-, instaurado especialmente para este viaje. La devoción a Nuestra Señora Santa María La Antigua, patrona de la República de Panamá, tiene su origen en Sevilla. Por tanto, parada obligatoria en esta bella ciudad andaluza. Los veleros remontaron 70 kilómetros el río Guadalquivir y entraron en el puerto sevillano. Les impresionó mucho la catedral, una de las más grandes de Europa. Ahí, los navegantes veneraron la imagen original de Santa María La Antigua y se colocaron a sus pies, confiándole el resto de su viaje. El día a día, gira en torno a las oraciones, las comidas y los momentos de compartir. Otras cosas hacen que la navegación sea interesante: los delfines que juegan frente a ellos, las estrellas, los amaneceres de diferentes tonos rosados, la luna enmarcada en un cielo lleno de estrellas. El espectáculo que la naturaleza les ofrece es sobrecogedor, manifestaron los jóvenes navegantes. +