Mons. Canecín: "El servicio es el termómetro del amor a Dios"

  • 22 de noviembre, 2018
  • Goya (Corrientes) (AICA)
El sábado 17 de noviembre la comunidad de Goya celebró los votos perpetuos de la hermana Leila Nazaret Colombo CM, en la congregación de las Carmelitas Misioneras. La ceremonia se realizó en la parroquia Sagrada de Familia del barrio Nueve de Julio, comunidad de origen de la carmelita, y fue presidida por monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya.
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, presidió el sábado 17 de noviembre, la Eucaristía en la que la hermana Leila Nazaret Colombo CM realizó sus votos perpetuos en congregación de las Carmelitas Misioneras, donde ingresó hace 11 años. La ceremonia se realizó en la parroquia Sagrada de Familia del barrio Nueve de Julio, comunidad de origen de la carmelita, en presencia de sus familiares y amigos. Luego de la proclamación del Evangelio, se realizó la profesión religiosa que fue recibida por la superiora viceprovincial, hermana Silvia Romero, quien llamo a Leila por su nombre, obteniendo la respuesta de la joven carmelita: "Aquí estoy Señor, Tú me has llamado". Durante su homilía, monseñor Canecín, expresó que "Leila fue ?primereada? y fue aprendiendo a corresponder hasta el día de hoy". "El Señor la llamó por su nombre, escrito y grabado en la palma de su mano. Nombre que es conocido por el único Buen Pastor, nombre que al ser pronunciado permite reconocer a quien pronuncia", le dijo. [img]http://www.aica.org/subidas/4832.jpg[/img] La respuesta de la hermana Leila Colombo fue "fruto del discernimiento de quien reconoce la voz del Amado"; pero no se trató de "una respuesta que se improvisa", sino que fue fruto de la "maduración y profundización en los años". "Una respuesta que lleva la impronta de la Virgen María al Ángel, por su radicalidad, serena y alegre", sostuvo. Más adelante hizo referencia al Evangelio y recordó: "La fe, que es un don, regalo y tarea, nos permite creer y aceptar que ?el cielo y la tierra pasarán? pero las palabras del Señor, nunca pasarán". Resaltó que la palabra refleja "una verdad teológica, una verdad antropológica y una consecuencia que se transforma en misión". El obispo de Goya animó a la religiosa a "servir", porque el "servicio es el termómetro del amor del hombre a Dios"; y le aclaró que "si decae en el servicio y la entrega, no es porque la realidad sea más difícil e impermeable", sino porque "decayó el amor primero". Al finalizar, le dijo: "Que la Virgen María, hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, y esposa del Espíritu Santo, María la criatura que más valoro la iniciativa amorosa de Dios y la que mayor supo corresponderle, interceda por Leila y cada uno de nosotros", concluyó monseñor Canecín. Luego de la homilía, el obispo de Goya realizó el interrogatorio correspondiente, en el que la hermana Leila juró: "Servir a Dios como Carmelita Misionera, todos los días de mi vida". La joven carmelita realizó el juniorado los dos primeros años en Colombia, y luego regresó a la Argentina, donde recorrió distintas comunidades: Barreal de San Juan, Panambí de Misiones, y actualmente Río Cuarto de Córdoba. Concelebraron la celebración el párroco de Sagrada Familia, presbítero Ariel Giménez, junto con el ex párroco, presbítero La Cruz Federico Jara, y el asesor diocesano de Pastoral Vocacional, presbítero Daniel Alarcón Sotelo. Asimismo, acompañaron a la joven las hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, Martha Pelloni y Elbecia Pachado; y de las Hermanas Carmelitas Misioneras, María del Carmen Córdoba, Carolina Contreras, María Teresa Mamonte, Verónica Herrera, María José Cortes y Luisa Spessot; y la hermana Graciela Firpo, de las Auxiliares Parroquiales de Santa María.+