Monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, obispo de Orán, invitó a la comunidad diocesana a unirse en oración por monseñor Pietro Diego Calvisi, sacerdote misionero italiano que se desempeñó en la diócesis durante 38 años. El sábado 24 de noviembre a las 10 se trasladarán sus restos desde el cementerio de San Ramón de la Nueva Orán hasta la cripta de la catedral San Ramón Nonato, con celebración de la misa exequial a las 11.
Al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento, la diócesis de Orán recordará a monseñor Pietro Diego Calvisi, sacerdote misionero italiano que se desempeñó en la diócesis durante 38 años. El pasado 9 de febrero falleció a sus 97 años.
Monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, obispo de Orán, invitó a la comunidad diocesana a unirse en oración por el sacerdote y honrarlo a través de un gesto comunitario.
La cita es el sábado 24 de noviembre a las 10 en el cementerio de San Ramón de la Nueva Orán para retirar los restos del sacerdote y trasladarlos en procesión hasta la cripta de la catedral San Ramón Nonato. Allí monseñor Scozzina presidirá la misa exequial a las 11 y posteriormente se le dará sepultura a los restos.
Además, el obispo convocó a la comunidad a realizar una colecta cuyo fruto será destinado al sostenimiento del hogar de niños Santa Teresita, fundado y asistido con admirable empeño por monseñor Calvisi.
Monseñor Pietro Diego Calvisi
Nació en Bitti, diócesis de Nuoro, en la isla de Cerdeña, Italia, el 21 de noviembre de 1920. Creció en una familia de profundas convicciones cristianas, muy humilde y trabajadora. A los 16 años participó de un Congreso Eucarístico, donde emocionado por la impresionante procesión con el Santísimo de centenares de jóvenes en formación al sacerdocio, experimentó el llamado a la misión.
Decidió ser misionero en África, pero su párroco lo encaminó al presbiterado en su propia diócesis. Padeció los efectos de la segunda guerra mundial estando en el seminario mayor, donde en algunos momentos debieron interrumpir la formación por falta de alimentos, y se invitaba a los seminaristas a volver a sus casas o a buscar sustento. Fue ordenado el 5 de agosto de 1947, por su obispo, monseñor Giuseppe Melas.
Ejerció el sacerdocio y la docencia en escuelas italianas, donde supo ganarse el aprecio de los alumnos por su espíritu jovial y sus conocimientos de música y canto. A los 60 años, quedó conmovido por la visita que realizó monseñor Manuel Guirao a su parroquia, donde hizo una apremiante llamada a misionar en su diócesis de Orán, con gravísima escasez de clero.
Arribó a Buenos Aires en 1980 junto con los sacerdotes Arnoldo Fernández Fernández (español) y Clemente González (francés). Desde entonces desarrolló una labor pastoral incansable. Fue iniciador de muchas comunidades que hoy son parroquias; se lo vio en el barrio Aeroparque de San Ramón de la Nueva Orán, en Hipólito Yrigoyen, en los cerros de San Andrés, en Villa Saavedra de Tartagal.
Construyó templos por toda la extensión de la diócesis de Orán, fue vicario general de monseñor Manuel Guirao, monseñor Eusebio Sueldo,
monseñor Mario Cargnello y
monseñor Jorge Lugones SJ.. Fue una vez vicario capitular de la diócesis y dos veces administrador diocesano.
Fundó un hogar para niños y adolescentes en situación de riesgo por el que pasaron centenares de pequeños y jóvenes, que hoy administra la Fundación Santa Teresita del Niño Jesús.
Al momento de su muerte era capellán de las hermanas Concepcionistas Franciscanas, donde fundó el hogar para sacerdotes ancianos. Son innumerables los servicios que este sacerdote benemérito prestó a la Iglesia de Orán, que se siente profundamente agradecida a la diócesis de Nuoro, Cerdeña, y a su obispo, monseñor Mosé Marcia, por haberle dado a este sacerdote y a otros, que continúan desempeñando actualmente su misión en la diócesis salteña.+