Pro orantibus: El Papa alentó la formación integral en las contemplativas
- 21 de noviembre, 2018
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Ciudad del Vaticano
"¿Qué sería de la Iglesia sin la vida contemplativa? ¿Qué sería de los miembros más débiles de la Iglesia que encuentran en ustedes un apoyo para continuar el camino?", dijo el papa Francisco a los participantes en el encuentro organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica con motivo de la "Jornada Pro Orantibus" que se celebra hoy en la Pontificia Universidad Lateranense y en la basílica de San Juan de Letrán.
"¿Qué sería de la Iglesia sin la vida contemplativa? ¿Qué sería de los miembros más débiles de la Iglesia que encuentran en ustedes un apoyo para continuar el camino?", dijo el papa Francisco a los participantes en el encuentro organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica con motivo de la "Jornada Pro orantibus" que se celebra hoy en la Pontificia Universidad Lateranense y en la basílica de San Juan de Letrán.
La Jornada Pro Orantibus, instituida por Pío XII en 1953, se celebra el 21 de noviembre, por ser la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María.
En este contexto, la Secretaría para la Asistencia a Religiosas de Italia, organizó en colaboración con la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica un Congreso para profundizar los documentos: Vultum Dei Quaerere y Cor Orans.
Participan de este Congreso representantes de las congregaciones e institutos de vida contemplativa, pero la novedad fue la participación de alrededor de 300 contemplativas de Italia, Marruecos y Suiza, de distintas órdenes e institutos.
El secretario del dicasterio para los Institutos de vida Consagrada y Sociedad de Vida Apostólica, monseñor José Rodríguez Carballo OFM, precisó que esta Jornada, "es una Jornada que tiene un triple objetivo, primero, orar por las contemplativas; segundo, conocer la vida contemplativa y tercero, ayudar incluso económicamente a los monasterios en dificultad.
La vida contemplativa, faros para el mundo y la Iglesia
En sus palabras el Santo Padre agradeció a las contemplativas "por haber respondido a la invitación para participar en este encuentro y en esta celebración que en su momento les dirigieron, con mi aliento, el cardenal prefecto y el arzobispo secretario".
Francisco aprovechó esta Jornada para manifestarles una vez más, el gran aprecio de la Iglesia por su forma de vida. "¿Qué sería de la Iglesia sin la vida contemplativa? ¿Qué sería de los miembros más débiles de la Iglesia que encuentran en ustedes un apoyo para continuar el camino? ¿Qué sería de la Iglesia y del mundo sin los faros que señalan el puerto a los que se han perdido en alta mar, sin las antorchas que iluminan la noche oscura que estamos atravesando, sin los centinelas que anuncian el nuevo día cuando todavía es de noche? Gracias, hermanas y hermanos contemplativos, porque ustedes son todo esto para el mundo: apoyo para los débiles, faros, antorchas y centinelas". "Gracias por enriquecernos con tantos frutos de santidad, de misericordia y de gracia", expresó el Papa.
Seguidamente el pontífice los invitó "a tomar en serio el desafío de la formación, que, como bien saben, consiste ?en palabras del papa san Juan Pablo II- "un itinerario de progresiva asimilación de los sentimientos de Cristo hacia el Padre".
"Por este motivo, -continuó Francisco- ya que claramente la formación dura toda la vida, también es necesario aceptar con responsabilidad que la formación es un proceso lento, por lo que es importante no tener prisa. En este contexto, también les recuerdo la importancia del discernimiento y del acompañamiento espiritual y vocacional de los candidatos, sin dejarse nunca llevar por ansiedad de los números y de la eficiencia, así como la formación de las formadoras y de las hermanas llamadas a prestar el servicio de autoridad".
"Para que su vida contemplativa sea significativa para la Iglesia y para el mundo de hoy, es necesario apuntar a una formación adecuada a las necesidades del momento presente: una formación integral, personalizada y bien acompañada. Tal formación nutrirá y defenderá vuestra fidelidad creativa al carisma recibido, tanto de cada una de las hermanas como de toda la comunidad", señaló el Santo Padre a los contemplativos.
"Que la Virgen María, modelo de contemplación, les enseñe a buscar constantemente el rostro de Dios y a permanecer fieles a su misión de ser corazón orante de la Iglesia. Les imparto con afecto mi bendición apostólica y les pido, por favor, que recen por mí", concluyó Francisco.