Los obispos del Noreste Argentino (NEA) celebraron el lunes 19 de noviembre la misa de acción de gracias por el cierre del ciclo lectivo 2018 en el seminario interdiocesano La Encarnación, ubicado en la arquidiócesis de Resistencia.
Con una misa de acción de gracias presidida por el arzobispo de Resistencia,
monseñor Alfredo Ramón Dus, y concelebrada por el arzobispo de Corrientes,
monseñor Andrés Stanovnik OFMcap y los obispos
Ángel José Macín (Reconquista),
Gustavo Montini (Santo Tomé),
Adolfo Canecin (Goya) y
Vicente Conejero Gallego (Formosa), el seminario interdiocesano La Encarnación cerró el ciclo lectivo 2018.
En ese marco, tres jóvenes seminaristas finalizaron sus estudios teologales: Cristian Ariel Rojas y Nicolás Pujol, de la dióesis de Formosa, y Pedro Pablo Ojeda, de la diócesis de Goya. Acompañaron sacerdotes y diáconos de la región, comunidades y benefactores, seminaristas de la casa y familiares.
La celebración fue ocasión para recibir al nuevo rector, presbítero Rubén Abel Taibo, de la diócesis de Reconquista, y agradecer el servicio del presbitero German Vallejos y de otros formadores.
"Esta designación, que es también función propia de los obispos que conducen el seminario se completa de la siguiente manera: Asumirá el cargo de vicerrector el presbítero Javier Romero, de la arquidiócesis de Corrientes; asumirá la Dirección Espiritual interna del seminario el presbítero Oscar Ríos, de la arquidiócesis de Resistencia; completan el equipo de formadores los presbíteros Jorge Pelizardi, de la arquidiócesis de Resistencia y el presbítero Marcelo Araujo, de la diócesis de Formosa. El nuevo rector y su equipo darán inicio a la gestión en el comienzo del año académico del 2019. Esta es la comunicación oficial de cambio de formadores", informó monseñor Dus.
El arzobispo agradeció y expresó en nombre de los obispos presentes el "reconocimiento como pastores de las seis diócesis que llevamos adelante las responsabilidades de este seminario, a los sacerdotes que parten" y consideró la ocasión de "invitar a compartir de modo testimonial la experiencia de los que dejan el servicio".
La homilía estuvo a cargo del obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, quien recordó que "San Pablo, escribiendo a los Efesios nos exhorta: "Cantaré y celebraré al Señor de todo corazón, siempre y por cualquier motivo den gracias a Dios, nuestro Padre, en nombre de Jesucristo, el Señor".
"La Iglesia, en la oración colecta en la misa de acción de gracias nos invita a rezar: ?Dios y Padre de todos los dones, de quien procede cuanto tenemos y somos, enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa bondad y, amarte con todo nuestro corazón y nuestras fuerzas? expresó el obispo.
Luego dio gracias a Dios "por el año de formación de nuestro seminario interdiocesano ´La Encarnación´ que está finalizando" y manifestó la voluntad de "acompañar a Nicolás, Cristian y Pedro Pablo que egresan habiendo concluido la etapa de formación inicial y, también acompañar a los padres German, Oscar y Roberto que terminan esta etapa de servicio pastoral y regresan a sus diócesis para continuar sus ministerios donde sus obispos designen".
"La formación sacerdotal ?en sus etapas iniciales y permanentes- consisten en adquirir la ?forma de Cristo? y, teniendo en el corazón los mismos sentimientos filiales-fraternos: pasar la vida como Él, haciendo el bien. Esta empresa ?que supera las fuerzas y empeño humano- es obra del Padre, con el poder del Espíritu Santo; supone en cada candidato una decisiva apertura, disponibilidad y docilidad, el acompañamiento pedagógico-artesanal de los formadores, que después de un discernimiento espiritual comunitario, son los responsables de dar el ?voto favorable? para su consagración" explicó.
Monseñor Canecín instó a los seminaristas que egresan y vuelven a sus diócesis, "a vivir la formación permanente que abarca toda la vida y se da en el cotidiano acontecer del ejercicio ministerial, teniendo momentos extraordinarios de formación en cursos, encuentros, retiros".
"Que todos nosotros, en particular los que egresan de la formación inicial y quienes concluyen sus servicios pastorales en el Seminario, imitando al ciego curado, sigamos a Jesús, como discípulos misioneros, cada vez con mayor fidelidad, glorificando y edificando a los hermanos, con nuestras vidas y obras, y así al vernos, todo el pueblo alabe al Señor" , animó el prelado.
Finalmente pidió a la Virgen María, que siendo "la Madre es la mejor discípula de Jesús, la que mejor glorifica a Dios e hizo que todo el Pueblo alabe al Señor, interceda por nosotros".-