El Papa agradece a los libaneses por su corazón generoso hacia los refugiados
- 20 de noviembre, 2018
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Ciudad del Vaticano
El Papa agradeció esta mañana a la comunidad libanesa por todo lo que hace en el Líbano: mantener el equilibrio entre cristianos y musulmanes, sunitas y chiíes y su "corazón acogedor con los refugiados", lo hizo al recibir, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la "Fundación Maronita" y a las autoridades del Líbano acompañadas por el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas.
El Santo Padre recibió esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la "Fundación Maronita" y a las autoridades del Líbano acompañadas por el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas, al finalizar la visita ad limina de la Iglesia Patriarcal de Antioquía de los Maronitas.
El Santo Padre recibió esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la "Fundación Maronita" y a las autoridades del Líbano acompañadas por el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los maronitas, al finalizar la visita ad limina de la Iglesia Patriarcal de Antioquía de los Maronitas.
En un saludo improvisado el papa Francisco se dirigió a los presentes y les expresó:
"Les doy las gracias por su visita. Es interesante lo que ha dicho el patriarca Raï, que la visita ad limina está acompañada por los fieles. Es una buena idea, se puede formalizar, ¡para que puedan hablar mal de los obispos! ¡Se puede hacer! Así conocemos las cosas más concretas de la comunidad", dijo Francisco.
Seguidamente agregó: "esto también me recuerda el milagro de la multiplicación de los panes, porque me habían dicho: "habrá alrededor de cuarenta personas para saludar", ¡pero he sido testigo de la multiplicación de los libaneses! Pero ¡gracias por haber venido tantos! Gracias", expresó risueño el pontífice.
"Me gustaría dar las gracias a la comunidad libanesa ?dijo a continuación- por todo lo que hace en el Líbano. Por dos cosas: mantener el equilibrio, -este equilibrio creativo, tan fuerte como los cedros-, entre cristianos y musulmanes, sunitas y chiíes; un equilibrio de patriotas, de hermanos. Gracias ante todo por esto. Y también me gustaría agradecerles otra cosa: su generosidad, su corazón acogedor con los refugiados: tienen más de un millón. ¡Gracias, muchas gracias!", exclamó el Papa.
Por último el pontífice impartió sobre ellos la bendición apostólica. "Ahora pediré que el Señor los bendiga a todos. Que el Señor los bendiga, así como a sus familias, a su patria, a sus hijos, a sus refugiados. Que los bendiga a todos. Amén", concluyó el Papa. +