En un acto presidido por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, el 15 de noviembre asumió como rectora del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (Isarm) la licenciada Ángela Gabriela Benítez.
Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, presidió el 15 de noviembre el acto de asunción de la licenciada Ángela Gabriela Benítez como rectora del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya (Isarm). La ceremonia tuvo lugar en el Aula Magna de dicha casa de estudios.
La conducción estuvo a cargo del presbítero licenciado Sebastián Escalante, canciller del Obispado, quien además es coordinador del Centro de Teología y Filosofía del Isarm.
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Luego de dar la bienvenida a los presentes, el sacerdote explicó que el acto tiene un valor jurídico canónico y que se enmarca en un contexto eclesial. En ese sentido, presentó algunos fragmentos y reflexiones basados en la Constitución Apostólica del papa Francisco "Veritatis Gaudium" sobre Las Universidades y Facultades Eclesiásticas, documento que se equipara a los institutos de estudios superiores.
El presbítero Escalante destacó la dimensión misionera de la Iglesia y el pedido del Papa de "que replanteemos nuestro modo de evangelizar para ser una Iglesia en salida".
Por otra parte, señaló los cuatro criterios que deberían inspirar la tarea en las instituciones católicas, para tenerlos presente en el inicio de esta nueva gestión de gobierno en la institución. Entre ellos, la contemplación e introducción en el corazón del kerygma; el diálogo a todos los niveles para experimentar comunitariamente la alegría de la Verdad; la inter y transdisciplinariedad ejercidas a la luz de la Revelación; y la necesidad de "crear redes" entre las distintas instituciones. Después dio lectura el Decreto N° 41/2018, de nombramiento de la nueva rectora.
Seguidamente, según lo establecido en el canon 833 del Código de Derecho Canónico se realizó la Profesión de Fe con el recitado del Credo Niceno-Constantinopolitano, y el Juramento de Fidelidad de la vicerrectora, licenciada Natalia Soledad Kuperman; a continuación hizo lo propio la nueva rectora; luego procedieron a firmar el acta del juramento rubricadas por monseñor Martínez.
La nueva rectora pronunció un mensaje de gratitud: "Dedico estas palabras a quienes son y serán el motivo por el que cada día me esforzaré con amor y entrega, los estudiantes de nuestro querido Montoya, son nuestros jóvenes que esperan de cada uno de los que compartimos esta noble tarea un vivo testimonio de entrega. Aun en tiempos difíciles siempre habrá un joven que nos mirará esperanzado, con ansias de encontrar una mirada, una sonrisa, una escucha atenta, un modelo al cual imitar. Es por ello que en esta tarea que hoy asumo los animo a buscar con sencillez y humildad la grandeza, lo verdadero, y lo bello que reside en cada persona, y de este modo humanizar las relaciones interpersonales, y encarnar los valores cristianos que deseamos transmitir", expresó.
"Que cada uno de los que aquí trabajamos sepamos reconocer lo mejor de cada persona que silenciosamente aporta su saber desde el papel que ocupa, y de ese modo trabajar unidos bajo un mismo espíritu, con el firme propósito de contribuir a la formación integral de los estudiantes que transitan por esta casa", deseó.
El acto culminó con palabras de monseñor Martínez, quien se refirió al Instituto diciendo: "Todos sabemos que es un lugar emblemático porque es significativo en la formación docente, no solamente para nuestra diócesis, sino lo que significa el Instituto Montoya en la provincia como uno de los institutos de formación docente importante en el país".
El obispo agradeció a la magister María Eva Lescano de Bokoski, que durante estos años fue la rectora y "puso su corazón en esta Casa". Además, destacó "el sí de Ángela que ha aceptado desde hoy asumir como rectora del Instituto Montoya".
El prelado consideró que "necesitamos entender nuestra época, está escasa de sabiduría, hay mucho pragmatismo, metas coyunturales y nos falta grandeza, la grandeza de espíritu".
Citando a San Buenaventura, monseñor Martínez expresó: "La sabiduría es cristiana cuando está de la mano de la humildad y de la misericordia. Pero cuando no está de la mano de la humildad y de la misericordia, se toma de la mano de la avaricia y de la soberbia. Nosotros como cristianos tenemos que impregnar nuestra cultura de esta verdadera sabiduría", animó.
"Para que los estudios de estos lugares emblemáticos sean realmente lugares que provean esta verdadera sabiduría, necesitamos tomarnos de la humildad, de la verdad, de la misericordia", concluyó, impartiendo la bendición a los presentes, en especial a la rectora saliente, y a las nuevas rectora y vicerrectora.
Acompañaron el acto directivos del Isarm, autoridades académicas, familiares, y amigos invitados.+