Se reunieron en Suecia los obispos amigos de los Focolares
- 13 de noviembre, 2018
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Sigtuna (Suecia)
"El soplo del Espíritu, la Iglesia y el mundo de hoy", fue el tema de la 37ª reunión ecuménica de los obispos amigos de los Focolares que tuvo lugar en Sigtuna (Suecia) del 6 al 9 de noviembre. Los 40 obispos participantes, de 12 iglesias cristianas de 18 países reflexionaron sobre la escucha del Espíritu frente a los desafíos ecuménicos y contemporáneos.
"El soplo del Espíritu, la Iglesia y el mundo de hoy", fue el tema de la 37ª reunión ecuménica de los obispos amigos de los Focolares que tuvo lugar en Sigtuna (Suecia) del 6 al 9 de noviembre. Los 40 obispos participantes, de 12 iglesias cristianas de 18 países reflexionaron sobre la escucha del Espíritu frente a los desafíos ecuménicos y contemporáneos.
Entretejer una comunión que se convierta en testimonio es el significado de estas reuniones periódicas de los obispos amigos de los Focolares que también desean profundizar la espiritualidad de la unidad nacida del carisma de Chiara Lubich. Asimismo son el resultado de una experiencia de sinodalidad y comunión iniciada por el deseo de san Juan Pablo II, quien lo propuso al obispo de Aquisgrán, monseñor Klaus Hemmerle.
¿Cómo actúa el Espíritu Santo en la Iglesia hoy? ¿Tiene sentido todavía hablar de un camino ecuménico en un momento como el actual, marcado también para los cristianos, por la fragmentación, la complejidad, los escándalos y los desafíos humanitarios? Fueron algunos de los planteos que se hicieron durante el Congreso, según señala la información enviada a AICA por el Movimiento de los Focolares.
La presidenta de los Focolares, Maria Voce, presentó el tema: "El Espíritu Santo, alma de la Iglesia, en la experiencia y en el pensamiento de Chiara Lubich", mientras que el copresidente del Movimiento, Jesús Morán, propuso una lectura de los desafíos de la contemporaneidad en la perspectiva de la espiritualidad de la unidad.
"Además de las diversas ponencias, quisimos dedicar un amplio espacio para dialogar y compartir los desafíos ecuménicos que vivimos diariamente en nuestros contextos nacionales y continentales", explicó el cardenal Francis Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y moderador del congreso.
Monseñor Brendan Leahy, obispo católico de la diócesis de Limerick (Irlanda), expuso sobre el poder del perdón y la pacificación, después de los escándalos que afectaron a la Iglesia irlandesa. "El Espíritu nos insta a no dejarnos robar la esperanza. Una de las grandes tentaciones es desanimarse, pero es el Espíritu el que mantiene viva la esperanza, siempre nos ayuda a empezar de nuevo con un nuevo compromiso en la aventura cristiana de la unidad y la reconciliación", expresó el prelado irlandés.
Por su parte el también irlandés obispo anglicano Trevor Williams, presentó su testimonio como pastor, responsable durante varios años de la comunidad ecuménica de Corrymeela, en Irlanda del Norte, que contribuyó enormemente al proceso de reconciliación entre las diferentes facciones en conflicto.
"La reconciliación no es una opción, sino una necesidad si queremos encontrar una paz duradera. Vivimos en un mundo de ?ellos? y ?nosotros?. La verdad es que solo hay ?nosotros?. Revelar esta verdad es obra de la Reconciliación, obra del Espíritu Santo", señaló el obispo Williams.
El pastor luterano alemán Jens-Martin Kruse compartió su experiencia pastoral en Roma, en un laboratorio ecuménico en curso, gracias también a la acción del papa Francisco.
El camino de reflexión común, continuado después de la conmemoración de los 500 años de la Reforma, fue repasado por el obispo Munib Younan, ex presidente de la Federación Luterana Mundial, quien en 2016 presidió junto con el papa Francisco la histórica liturgia ecuménica en Lund (Suecia).
Uno de los momentos más emotivos de la reunión fue la oración ecuménica en la antigua iglesia de Sigtuna y la firma del "Pacto de unidad", con el que los obispos se comprometieron a hacer un camino de comunión efectiva y afectiva, "amando a la Iglesia de los demás como la propia". Compromiso que cada uno ha sellado con su firma y un abrazo fraterno. +