La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) grabó un videomensaje conclusivo de la 116° Asamblea Plenaria, que se desarrolló esta semana en Pilar, en el que hizo una fuerte defensa del magisterio del papa Francisco, llamó a "cuidar" la democracia y pidió a los que gobiernan una mayor sensibilidad frente a la realidad social en el país.
La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) grabó un videomensaje conclusivo de la 116° Asamblea Plenaria, que se desarrolló esta semana en Pilar, en el que hizo una fuerte defensa del magisterio del papa Francisco, llamó a "cuidar" la democracia y pidió a los que gobiernan una mayor sensibilidad frente a la realidad social en el país.
El presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea (San Isidro), destacó que a lo largo de estos días los obispos reflexionaron sobre la realidad del país desde "nuestro ser pastores" y con la responsabilidad de "predicar el Evangelio", al recordar que "en el centro del Evangelio están los pobres".
"Es natural que nosotros tengamos en este momento de la vida nacional una preocupación particular por tantísimos hermanos que no llegan a fin de mes, por todos aquellos que están fuera del mercado laboral y por los que más sufren", subrayó.
"Queremos decirles con toda verdad como lo hemos dicho en otros documentos y muchas veces, que nosotros queremos cuidar y fortalecer la democracia. La calidad de vida está ligada a la salud de las instituciones, por eso nosotros defendemos con todo nuestro ser la autonomía de los poderes de la República, pero al mismo tiempo reconocemos que la democracia tiene una deuda social", advirtió, y agregó: "Siempre están postergados los más pobres, por eso la enorme cantidad de problemas que tenemos en el país está como centralizada en esta deuda".
El prelado lamentó que tanto desde el interior de la Iglesia como desde afuera de ella se critique de "una manera tan tremenda al Santo Padre" y atribuyó esos planteos a su prédica social "tan fuerte, que puede tocar algunos intereses".
"Junto con él nosotros queremos dar una lucha sin cuartel contra la corrupción al interno de la Iglesia y hacia afuera de la Iglesia. Allí siempre vamos a estar. Él ha pedido ?tolerancia cero´ en muchos aspectos y nosotros queremos acompañarlo en esta reforma de la Iglesia", ratificó.
En tanto, monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza, afirmó que durante el plenario episcopal se trató el tema del sostenimiento de la acción evangelizadora de la Iglesia y precisó que a tal fin "hemos dialogado durante bastante tiempo, sobre todo escuchando todas las voces y hemos reflexionado también acerca de qué herramientas e instrumentos podemos hacer uso para mejorar el funcionamiento de la institucionalidad de nuestras comisiones, nuestras Iglesias particulares, en un clima de máxima libertad y, sobre todo, aplicando a fondo la solidaridad cristiana, que es una responsabilidad de todo fiel".
A su turno el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo deBuenos Aires, sostuvo que en un clima de oración los obispos hablaron sobre lo "esencial" que es "la vida de nuestro pueblo, la vida de la gente".
"Aquí hemos tenido ecos de todas las dificultades que hay para vivir y sobrevivir en la Argentina, ya que todos conocen que durante este año hemos tenido un capítulo muy particular sobre el tema de la vida, en aquellos que se intenta prohibir nacer: los niños por nacer", alertó.
"Pero hay otras expresiones que atentan contra la vida y que nos preocupan mucho a los obispos como padres y pastores: los niños, adolescentes y jóvenes que son tentados por la droga, cada vez una mancha de aceite como decía San Juan Pablo II", precisó.
El pupurado porteño aseveró que "la vida en general en la Argentina cuesta mucho, y estuvimos rezando por eso también, para que despierte la solidaridad en nuestro pueblo" y también reclamó "una mayor sensibilidad en quienes nos gobiernan, especialmente para conectar este sector social que tanto necesita".
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