Una multitud sin precedentes oró delante del corazón del Padre Pío
- 1 de noviembre, 2018
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Manila (Filipinas)
Durante la histórica peregrinación ?del 6 al 26 de octubre- de la reliquia incorrupta del corazón del Padre Pío a través de las Filipinas, cinco millones de devotos acudieron a venerar los restos del santo. Así lo afirmó el padre Joselin Gonda, rector del santuario nacional del Santo Padre Pío, en Santo Tomás, Batangas, citando los datos brindados por las autoridades. Filipinas es el cuarto país que recibe la reliquia, tras su viaje a los Estados Unidos, Paraguay y la Argentina.
Durante la histórica peregrinación ?del 6 al 26 de octubre- de la reliquia incorrupta del corazón del Padre Pío a través de las Filipinas, cinco millones de devotos acudieron a venerar los restos del santo. Así lo afirmó el padre Joselin Gonda, rector del santuario nacional del Santo Padre Pío, en Santo Tomás, Batangas, citando los datos brindados por las autoridades.
Filipinas es el cuarto país que recibe la reliquia, tras su viaje a los Estados Unidos, Paraguay y la Argentina. En el país asiático con el mayor número de católicos (cerca del 83% de la población), ésta hará una escala más prolongada, para ser expuesta ante una multitud sin precedentes en la historia de la Iglesia local.
Fray Carlo Maria Laborde, el padre custodio del convento de San Giovanni Rotondo, afirma que el viaje por el país ha sido "una experiencia de fe extraordinaria".
"El corazón del Padre Pío visitó varios países del mundo, atrayendo a numerosos fieles pero la visita a las Filipinas no tiene precedentes. Nuestro corazón se conmovió al ver una multitud tan inmensa en todos lados", declaró el religioso.
Durante las tres semanas de peregrinación, la reliquia recorrió todo el país, deteniéndose en Santo Tomás y en las ciudades de Manila, Cebú, Davao y Lipa. En cada lugar visitado, una multitud desplegada en todas direcciones aguardó la llegada del corazón del Padre Pío con calma y paciencia. Para venerar la reliquia, muchas veces los fieles tuvieron que permanecer entre tres y cinco horas haciendo una fila.
El 26 de octubre, una misa solemne, presidida por el arzobispo de Cotabato, cardenal Orlando Beltrán Quevedo, despidió la reliquia que emprendió su regreso a Italia.
Durante la homilía, el cardenal afirmó que "los cristianos no somos llamados tan sólo a admirar a los grandes santos, como el Padre Pío, sino sobre todo, a imitar sus virtudes de humildad y caridad". La devoción al fraile capuchino debe expresarse no sólo con palabras, sino también con acciones", agregó.
"No podemos ser santos con el simple deseo de serlo. Debemos colaborar con la gracia de Dios, y esforzarnos todos los días para ser santos y caritativos" y aseguró que la clave para llegar al corazón de Dios es la oración. "Si no rezamos, no podemos ser santos, no podemos estar unidos al corazón sufriente de Jesús", concluyó. +