Francisco: Los frutos del Sínodo "ya están fermentando"
- 28 de octubre, 2018
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Ciudad del Vaticano
El papa Francisco encabezó esta mañana el rezo del Ángelus del último domingo de octubre. En esta ocasión, el Pontífice se dirigió a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, y explicó que durante la mañana celebró la misa de clausura del Sínodo de Obispos.
Ante una multitud de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco encabezó esta mañana el rezo del Ángelus dominical. Al saludar a los presentes, explicó que durante la mañana, en la basílica de San Pedro, había celebrado la misa de clausura de la Asamblea del Sínodo de los Obispos dedicada a los jóvenes.
Francisco destacó que la primera lectura, del profeta Jeremías, se entona de modo especial en este momento, porque se trata de una palabra de esperanza y consuelo que Dios dirige a su pueblo. al que ama y cuida como a un hijo: "La esperanza de Dios no es un espejismo, como ciertas publicidades en las que todos son sanos y hermosos, sino que es una promesa para la gente real, con sus virtudes y defectos, potencialidades y fragilidades", afirmó.
De esta Palabra de Dios, el Santo Padre consideró que expresa muy bien la experiencia que han vivido en estas semanas del Sínodo. De manera que ha sido un tiempo de consuelo y de esperanza, precisamente a través del trabajo a veces fatigoso.
"Escuchar puede ser fatigoso", reconoció el Papa, "ya que requiere tiempo, atención, apertura de la mente y del corazón. Empeño que cada día ? añadió ? se transformaba porque teníamos en medio de nosotros la presencia vivaz y estimulante de los jóvenes, con sus historias y contribuciones."
Francisco afirmó también que a través del testimonio de los Padres sinodales, la realidad multiforme de las nuevas generaciones ha entrado en el Sínodo "por todas partes": de cada continente y de tantas situaciones humanas y sociales diversas.
Con esta "actitud fundamental de escucha", destacó, han tratado de leer la realidad y de captar los signos de nuestros tiempos. De manera que durante estos días se han confrontado acerca de cómo caminar juntos a través de tantos desafíos, como "el mundo digital, el fenómeno de las migraciones, el sentido del cuerpo y de la sexualidad, el drama de las guerras y de la violencia".
Asimismo, afirmó que los frutos de este trabajo ya están "fermentando", como hace el jugo de la uva en los toneles después de la vendimia. Y comparó el Sínodo de los jóvenes como una buena vendimia, que promete buen vino. A la vez que aclaró que el primer fruto de esta Asamblea sinodal debería estar, precisamente, en el ejemplo de un método que se ha tratado de seguir desde la fase preparatoria.
Finalmente, invitó a invocar por todo esto la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, a quien encomendó el agradecimiento a Dios por el don de este Sínodo.+