En vísperas del primer aniversario de la beatificación de la Madre Catalina, Monseñor Carlos Sánchez, arzobispo de Tucumán, entronizó la imagen de la religiosa en el Hogar de Día San José.
A casi un mes de celebrarse el primer aniversario de la beatificación de la Madre Catalina de María, en Tucumán, la tierra del milagro, el arzobispo de Tucumán,
monseñor Carlos Sánchez, entronizó la imagen de la fundadora de las Hermanas Esclavas.
La ceremonia tuvo lugar en el Hogar de Día San José, que brinda talleres de acompañamiento a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad y que desde hace 103 años es una de las obras de las Esclavas en Tucumán.
La ceremonia contó con la presencia de la Madre Superiora de la congregación, Inés de María Tessi, la madre Marita Barrionuevo, superiora de las Hermanas en Tucumán, autoridades del Hogar San José, docentes, talleristas, niñas, niños, adolescentes y familiares.
"Esta imagen va a permanecer en este Hogar, protegiendo, amparando y cuidando de todos, como Madre Catalina solía hacer", expresó Monseñor Sánchez. "Le pedimos a Dios que bendiga la imagen de la beata y fundadora de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, quien ha sabido amar y reparar en el corazón de los más necesitados, para quienes hoy siguen su misión, puedan hacer lo mismo en una humanidad rota por el pecado y el egoísmo, pero fortalecida por la Gracia de Jesucristo Nuestro Señor".
Por su parte, la madre superiora, Inés de María Tessi, sostuvo: "Juntos y siempre con Fe sigamos rezando por aquello que más necesiten nuestros corazones, porque Madre Catalina sigue obrando milagros, como ya lo hizo en Tucumán".
Otro momento emotivo lo protagonizó Eugenia Valdéz de Cortés. Su madre, Sofía, hace 22 años volvió de una muerte súbita después de que su hija le pidiera a los médicos que vuelvan a verla porque ella le había encomendado a Madre Catalina la vida de su mamá.
"Vivo este día con muchísima emoción, más ahora que se acerca el primer año desde la beatificación, lo que me hace recordar tantos momentos vividos previos a la beatificación", dijo Eugenia, de 57 años. "Hoy es otro día muy emotivo. Tantos años después del milagro, Madre Catalina nos sigue emocionando. Tengo un altarcito en mi casa con su imagen. Le rezo todos los días", finalizó, con lágrimas de emoción.+