Mons. Canecín: "Dios nos llamó a la santidad, no a la mediocridad"
- 18 de octubre, 2018
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Goya (Corrientes) (AICA)
Monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya, dio gracias por la canonización de los nuevos santos en una Eucaristía celebrada en la catedral Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Goya. "Somos contemporáneos de los santos. Esto tiene que recordarnos que la vocación de todos es la santidad", anunció, y llamó a los presentes a tener una actitud misionera "incansable".
Con motivo de las canonizaciones que se celebraron en Roma el domingo 14 de octubre, en las que el papa Francisco proclamó santos al papa Pablo VI y a monseñor Oscar Romero, entre otros siete, monseñor Adolfo Canecín, obispo de Goya, celebró una misa en acción de gracias.
La Eucaristía tuvo lugar en la catedral Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Goya, en la que el obispo exhortó a los presentes a seguir el ejemplo de los nuevos santos, "nuestros contemporáneos", y a tener una actitud misionera "incansable".
"La misión brota del corazón del Padre, porque Dios Padre quiere que todos los hombres se salven", explicó. "Nada para la perdición, nada para la corrupción, nada para la muerte, Dios nos creó para que tengamos vida y vida en abundancia, sobre todo el ser humano, varón y mujer", aseguró monseñor Canecín.
Indicó que la misión debe ser "permanente, no esporádica" y, a la medida que "crecemos en nuestra condición filial, vamos siendo una Iglesia en salida, que procura llegar a la mayor distancia geográfica posible, a las periferias; porque Dios quiere que los hombres se salven y, a todos tenemos que ofrecer la salvación", manifestó.
El prelado de Goya se detuvo en la santidad: "Estoy convencido que esta es la respuesta de Dios a todos los problemas, de la Iglesia y de la humanidad, porque las personas santas sacaron desde adentro lo mejor que Dios había puesto el día que los creo a su imagen y semejanza" reflexionó.
Relacionando el acontecimiento eclesial de la canonización monseñor Canecin expresó: "Cada vez que Dios, a través de la Iglesia, canoniza a un ser humano que vivió según su voluntad, demuestra de lo que es capaz un ser humano: de pureza, honestidad, verdad, justicia, perdón y solidaridad", por lo tanto, "los santos son un estímulo para que cada uno de nosotros, descubramos que tenemos actitudes buenas, porque somos imágenes y semejanza de Dios", sostuvo el obispo.
"Miremos a los santos, ellos fueron capaz de sacar lo bueno. Los santos también se preguntaron qué hacer para alcanzar la vida eterna", y ellos se "despojaron del propio yo", porque "ese es el camino al cual todos estamos invitados, y es la condición necesaria para la santidad", sentenció.
Invitó a los presentes a preguntarse personalmente: "¿Soy misionero? ¿De qué manera puedo ser misionero?", porque "nadie esta eximido de ser misionero, todos estamos llamados a ser misioneros" afirmó. "Aceptemos la invitación a la santidad, porque, el que no llega a la santidad queda a mitad de camino y es un mediocre" e insistió: "No llegar a la santidad es mediocridad y Dios nos llamó a la santidad, no a la mediocridad. Permitamos al Señor a que saque lo bueno que hay dentro nuestro, tenemos una reserva inagotable" dictaminó.
Al finalizar, pidió al Señor: "Que nos regale la gracia de dejarnos guiar por la sabiduría, de permitir que la Palabra penetre como espada de doble filo en lo profundo de nuestro ser y que ninguno de nosotros nos retiremos tristes. Que nosotros, como los santos, elijamos tener como única riqueza al Señor Jesús", concluyó.+