En su homilía para este domingo 14 de octubre, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, dio dos ejemplos que "ilustran muy bien cuándo uno puede estar atado en su corazón a lo mucho, o a lo poco", y cómo "la falta de libertad interior no permite disfrutar de la vida".
Con dos anécdotas de vida, el obispo auxiliar de San Martín,
monseñor Han Lim Moon, ejemplificó en su homilía para este domingo 14 de octubre, cómo "uno puede estar atado en su corazón a lo mucho, o a lo poco", y cómo "la falta de libertad interior no permite disfrutar de la vida".
"El hombre rico del Evangelio de hoy representa a un cristiano que cumple bien con los preceptos y que quiere seguir a Jesús más de cerca y con entusiasmo", explicó el prelado. Por este motivo, le pregunta al Señor "que le faltaba para heredar la vida eterna".
El Señor, al "mirarlo con amor", le indica que "liberarse de la atadura de la riqueza material", es el camino. "Si tienes ganas, como este hombre, de seguir a Jesús con entusiasmo", dijo monseñor Han Lim Moon a la comunidad, "seguramente Él te contestará lo que te falta liberarte para seguirlo". Y explicó: "A cada uno dirá cosas diferentes: cosas materiales, heridas interiores, vicios, pecados graves, proyectos personales, gustos, personas", enumeró.
"Yo puedo dar testimonio de que el Señor cumple su promesa", afirmó el prelado de San Martín. Aseguró que ya disfruta de los bienes "como si fuera millonario, sin grandes preocupaciones y también, de los afectos, de una familia espiritual muy grande, gracias a que sigo al Señor dejando todo. Y estoy seguro de una recompensa mucho mayor en el cielo," explicó.
Pero, resaltó que la importancia de "dejarlo todo" no es solo "por la recompensa", sino más bien, "es su amor lo que más me atrae para seguirlo adonde vaya", exclamó.
Al concluir, invitó a los fieles a preguntar a Jesús: "Señor, ¿qué me falta?"; y a aguardar la respuesta delicada de Dios, "Él hoy te mira con amor y te dice: ?Para los hombres es imposible, pero? para Dios todo es posible?," concluyó.+