El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, destacó la importancia del Sínodo de los Obispos que se desarrolla en el Vaticano sobre "los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" y valoró que en su mensaje el papa Francisco ponga en foco palabras cargadas de miradas positivas: esperanza, sueños, ardor, pasión?
El arzobispo de San Juan de Cuyo,
monseñor Jorge Eduardo Lozano, destacó la importancia del Sínodo de los Obispos que se desarrolla en el Vaticano sobre "los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" y valoró "la diversidad de etnias" de los participantes, entre ellos por primera vez la presencia de dos prelados chinos.
En su columna semanal, el prelado recordó el anhelo que el papa Francisco expresó para este sínodo: "Que el Espíritu nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión", citó.
Asimismo, señaló que el pontífice les pidió a los padres sinodales que se escuchen unos a otros "para discernir juntos lo que el Señor está pidiendo a su Iglesia".
El arzobispo sanjuanino afirmó que el Papa llama también a poner el foco en palabras cargadas de miradas positivas: "esperanza, sueños, ardor, pasión", por lo que el pontífice reza, expresó, para que los padres sinodales no se dejen "asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y del infortunio" o por sus propios "límites, errores y pecados", sino que sean capaces "de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".
Monseñor Lozano indicó que Francisco subrayó que "la esperanza nos desafía, nos moviliza y rompe el conformismo del ?siempre ha sido así?", y reflexionó: "Es necesario abandonar la rutina y dejar de lado posturas derrotistas que sumergen en la inacción. El que ama de verdad nunca acepta la inutilidad de los esfuerzos por anunciar una Buena Noticia".
"?Padres sinodales, la Iglesia los mira con confianza y amor?. Es necesario ?escuchar a Dios, escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama?. ¡Qué llamado tan concreto al compromiso y la cercanía!", concluyó.+