El arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik OFM Cap, recibió a trabajadores correntinos de la Secretaría de Agricultura Familiar, con quienes dialogó sobre la situación general del sector y en particular de los más de 20 técnicos de esa repartición despedidos, en general con más de 10 años de antigüedad de servicio.
El arzobispo de Corrientes,
monseñor Andrés Stanovnik OFMCap, recibió a trabajadores correntinos de la Secretaría de Agricultura Familiar, con quienes dialogó sobre la situación general del sector y en particular de los más de 20 técnicos de esa repartición despedidos, en general con más de 10 años de antigüedad de servicio.
Los trabajadores de la agricultura familiar agradecieron al prelado la reciente declaración de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, de la Conferencia Episcopal Argentina, a la que consideraron "una protección simbólica de la Iglesia" para el sector.
Asimismo, advirtieron que a la situación de crisis por los despidos se suma la quita del monitributo social a los productores (que les permitía facturar evitando al intermediario y asegurarse una jubilación), que afecta no solamente a las familias agrícolas sino también influye directamente en la producción de alimentos.
Monseñor Stanovnik ratificó el apoyo y acompañamiento de la Iglesia local tanto a los trabajadores despedidos como a los agricultores familiares, cuyo aporte, subrayó, es muy necesario para una vida sana.
En ese sentido, el prelado recordó que que el próximo Sínodo Panamazónico convocado el papa Francisco para octubre de 2019 significa también un "espaldarazo" para ese sector, dado que abordará caminos hacia una ecología integral.
Retomando las expresiones de una de las presentes, que manifestó "jamás recordarse despotricando" ante las adversidades, el arzobispo consideró esa actitud "de gran sabiduría, porque no se reacciona a la violencia con violencia: es la propia del cristiano".
"El secreto está en tener capacidad de resistencia, buscar alternativas y no entrar en connivencia con este sistema neoliberal cuyo centro no es la persona. Hay que resistir, acompañar y proponer, aunque no hayan perspectivas de mejorar, por el momento", agregó.
Ante la propuesta del armado de "canastas accesibles" para comercializarlas, monseñor Stanovnik sugirió recurrir a empresarios sensibles que puedan aportar insumos para colaborar en esta situación de emergencia alimentaria. Además sugirió que se contactaran con Cáritas y también con otros organismos de la Iglesia.
El pastor correntino señaló la importancia de saber articular, sentarse, consensuar, dialogar aún cuando surjan los desacuerdos: continuar sin romper el diálogo, e invitó a hacerlo con una "mente nueva".
Finalmente, monseñor Stanovnik alentó a continuar con las tareas que vienen realizando para reclamar lo que es justo y continuar buscando alternativas, y enfatizó que "siempre el bien es más fuerte que el mal".
Participaron la ingeniera agrónoma Ladie Bartra, la ingeniera y operadora en Psicología Social Rita Meza; el ingeniero agrónomo y delegado gremial por ATE, Daniel Alejandro Abib y la coordinadora de la Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz.+