Carta a los docentes
LOZANO, Jorge Eduardo - Cartas - Carta de monseñor Jorge E. Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y de monseñor Fr. Carlos María Domínguez OAR, obispo auxiliar a los docentes (Septiembre de 2020)
Este 11 de setiembre será un "Día del Maestro" muy particular. No está el alumno, ese que te hace maestro, seño, profe. Por eso, como obispos, queremos llegar con una palabra de afecto y gratitud a todos los hombres y mujeres que se dedican a la enseñanza con todas las edades y en diversos contextos.
Sabemos que este tiempo no te es indiferente. Extrañás el contacto con los chicos y chicas, el poder compartir una mirada, una sonrisa... A muchos de ellos quizás no les llegaste a conocer el rostro o la voz sino a través de "zoom". No está esa respuesta inmediata del alumno que te cuestiona, que interacciona, que te motiva a responder a sus inquietudes en el momento.
Tal vez te debiste encontrar y amigar con la tecnología... Buscar tu mejor perfil para una foto o video. Tuviste que reinventarte, dar un salto cualitativo desde las aulas físicas a las aulas virtuales; aprendiendo nuevas formas y modos de dar clase, de estar cerca y vincularte con tus estudiantes. Descubriste que tu creatividad encontraba un cauce que te estaba esperando. Saliste de los lugares conocidos y te pusiste a "andar" la pedagogía del movimiento. Te topaste con las dificultades tecnológicas y las desigualdades para la conectividad de muchos estudiantes. Quizás experimentaste soledad ante los desafíos nuevos de esta época.
Te encontraste de golpe fuera de tu tiempo y de tu espacio. Estás en tu casa compartiendo el rol de ser docente con tus otros roles, todo junto y a la vez todo mezclado; también sos papá o mamá con hijos para atender, o tenés adultos mayores a cargo.
Se confunde el tiempo de tu trabajo con los momentos y espacios de la familia. Desarrollás la escucha y atención de siempre, pero hoy todo junto adentro de tu casa. La cocina, el comedor, son como el aula en la cual te encontrás con los alumnos. Ellos entran todos los días en tu casa y vos en la de ellos por los medios virtuales.
Gracias por estar. Cada semilla puesta en el corazón del alumno germina aunque no veamos los frutos. Enseñar en contextos adversos es como sembrar en terrenos pedregosos; hace falta preparar más el suelo para que la simiente llegue a encontrar tierra fértil, a veces oculta. Dios se encarga de dar fecundidad a tus esfuerzos.
Gracias por estar. Valoramos tu vocación y tu vida. Estás haciendo Patria resolviendo cada dificultad. Queremos dar gracias a Dios por tu trabajo y acercarte palabras de aliento. Todos estamos en la misma barca compartiendo idéntica situación. No nos dejemos vencer por el temor, el desánimo, el cansancio o la frustración.
Educar es ser sembradores de esperanza. En este día celebramos y bendecimos a todos los maestros y maestras, profesores, docentes, que siguen haciendo historia, poniéndole el cuerpo al construir con otros, una educación más justa, más fraterna, solidaria y comprometida.
Gracias por estar. Jesús Maestro te bendiga.
Mons. Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo
Mons. Fr. Carlos María Domínguez OAR, obispo Auxiliar de San Juan de Cuyo