Viralizar la esperanza
MESTRE, Gabriel Antonio - Mensajes - Mensaje de monseñor Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, con motivo del Día del Catequista (21 de agosto de 2020)
Queridos catequistas:
En el mundo de las redes sociales la palabra viralizar tiene un sentido neutro. Hace referencia a como una notica se difunde de un modo rápido y efectivo. Si la noticia, más allá de su contenido específico, busca construir y elevar el alma podemos decir que la viralización es buena, es positiva. Si la noticia no es verdadera y busca dañar, obviamente, es una viralización negativa. En clave de vocación catequística lo sabemos por experiencia propia: ¡Somos portadores de la mejor de las noticias, Dios tiene entrañas de misericordia y somos objeto de su amor de predilección! En este 2020 además, la palabra virus, y todos sus derivados, tienen una fuerte carga dolorosa a la luz de la pandemia del coronavirus y todas sus consecuencias. Carga de temor, encierro, incertidumbre, aislamiento, oscuridad, sufrimiento, incluso muerte…
Por eso, queridos catequistas de la Diócesis de Mar del Plata, este año los invito a ser profundamente creativos en la transmisión de la fe y darle una gran vuelta a la palabra viralizar: Por el poder de Cristo viralizar la esperanza. Me consta que lo han hecho en estos meses y por eso les doy las gracias con gran admiración y orgullo. A la vez, los animo a continuar en esta línea: viralizar la esperanza. Cada niño, joven o adulto que han acompañado o acompañan en su itinerario catequístico, es un corazón permeable para que a través de ustedes se puedan encontrar con Cristo nuestra esperanza (cf. Col 1,27; 1Pe 1,3). Mirando nuestros catecúmenos y sus familias sabemos que no podemos arreglar todos los problemas particulares que escuchamos y acogemos como catequistas. Pero sí sabemos que los podemos ayudar y mucho alentándolos a abrirse a Cristo nuestra esperanza. Y eso se hace viralizando la esperanza. Ante la tentación de la negatividad y la cerrazón somos invitados viralizar la esperanza como la luz que ilumina los lugares oscuros de la casa (cf. Mt 5,14-16); en medio del miedo y la vulnerabilidad somos invitados a viralizar la esperanza anunciado a Jesús con voz potente, a pleno día y en los ámbitos donde más personas puedan recibir esta gran noticia sin obstáculos (cf. Mt 10,27).
Al celebrar este año 2020 el día del catequista, les vuelvo a agradecer la hermosa vocación que siguen cultivando al servicio de los hermanos en la Iglesia Diocesana camino al Primer Sínodo, y les pido que sigan viralizando la esperanza. Que la Virgen Madre, Nuestra Señora de la Esperanza, y San Pío X intercedan por todos nosotros.
Con mi afecto de padre, hermano y amigo.
Mons. Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata